Tener una cocina moderna, cómoda y funcional no es un privilegio exclusivo de quienes cuentan con grandes espacios. Si lo que se tiene son unos pocos metros cuadrados, podemos asegurar que serán más que suficientes para tener una gran cocina. Bastará con tener en cuenta algunos detalles para aprovechar hasta el último centímetro disponible.
La iluminación
Para no inutilizar ninguna pared, lo mejor es que se tenga una lámpara colgante o un plafón de techo cuya pantalla no interfiera con la distribución de la luz.
Si la cocina tiene ventana con vista al exterior, es preferible que sea de tipo corredera o que abra hacia afuera para no restar espacio interno. Mientras más espacio tenga el cristal, mucho mejor, esto permitirá mayor entrada de luz natural y hará que el espacio se vea más amplio.
Aprovechar las paredes con muebles y estantes
Los armarios y estantes “flotantes” permiten aprovechar la pared prácticamente hasta el techo. De esta manera se mantendrán despejadas las superficies de los mesones y estantes inferiores.
Se pueden elegir estanterías abiertas o con puertas acristaladas para conseguir una mayor sensación de amplitud.
En cuanto a la distribución, siempre apostamos por un diseño en “L”, porque es elegante y permite mayor libertad de movimientos.
Tener o no tener una isla
El hecho de que la cocina sea pequeña no implica que la idea de tener una isla deba ser descartada a las primeras. Una isla es muy funcional y también aporta mucho en el aprovechamiento de los espacios.
Nuestro criterio para saber si conviene o no tener una es si el espacio que quedará entre ella y el resto de los muebles es igual o superior a un metro. Lo ideal es que como mínimo sea de 1,20m para que se garantice movilidad con comodidad.
El espacio debajo de la isla también se puede aprovechar si se diseña con cajones.
El orden es esencial
De nada vale tener los mejores muebles si no se mantiene el orden. Las cocinas pequeñas tienden a verse caóticas con unas pocas cosas fuera de lugar, la amplitud empieza en el orden.